La pereza y la inconstancia

Lo reconozco, hay veces en las que la pereza me puede. Prefiero sentarme frente al ordenador y ver un par de vídeos en Youtube a estudiar o hacer miles de cosas más productivas con mi tiempo. Y creo que a todos nos ha pasado alguna vez...

"Today I don't feel like doing anything" The Lazy Song -Bruno Mars

Mil veces he dicho: "hoy me pongo al día con los apuntes", pero luego me pasaba la tarde viendo la tele o jugando a cualquier cosa en Internet; y es que los seres humanos somos vagos por naturaleza. Al día siguiente, como era de esperarse, llegaba el arrepentimiento y me prometía a mi misma que no volvería a ocurrir, sabiendo que rompería mi promesa, otra vez y otra y otra...

Y después está la inconstancia. Creo que esa es una de mis mayores fallas.
Entré al conservatorio con ocho años; escogí guitarra, porque me gustaba cantar y me parecía un instrumento bonito. Creo que no duré más de un mes. Mi madre dice que lloraba porque "no quería ir y me aburría" (en mi defensa diré que la profesora me caía mal) y terminé dejando las clases. A día de hoy me arrepiento muchísimo; ojalá me hubieran obligado a ir.

Otro ejemplo de ambas podría ser mi diario; es decir, si lo tuviera. He intentado completarlo pero nunca llegaba a escribir más de dos días seguidos. Sentía (y siento) que era un completo sinsentido plasmar ahí mis pensamientos si nunca me pasaba nada interesante. El resultado son un par de cuadernos con algunas hojas escritas sobre qué me había ocurrido un día cualquiera.

Y con esto, queridos lectores, os quiero decir que aunque os dé pereza hacer algo o queráis dejarlo no lo abandonéis así como así, porque en un futuro puede que os arrepintáis si lo hacéis. Terminad lo que empezáis.

Esto no significa que os tengáis que sentir obligados por nadie...  ese es un tema del que hablaré otro día.